Laboratorio de la Mirada. Sesión 1. Salomé Cisneros. Día 1.- La fragmentación del cuerpo: La idea de disociar, profundizar, afinar el funcionamiento de cada una de las partes del cuerpo como motores de movimiento, me permite sentir ese puente que conecta esa parte que te lleva a percibir el minucioso trabajo, de ese gran contenedor que es el cuerpo todo. Buscar este cuerpo saliendo de formas ya conocidas, deformando la información que la memoria corporal alberga y tiende a reproducir, pero también utilizándola como un detonante para provocar escapes de la mente cuerpo que me lleven a lugares desconocidos y conocer como el cuerpo resuelve esta nueva forma a encontrado En los movimientos de una parte: extremidades, columna, cadera, cráneo. Al encontrarme en la identificación de esta mecánica de generar movimiento, observo que la parte para estar presente y clara busca la periferia, la oposición de motores que se activan y me permiten encontrar esta posible disociación continua, llegando a una desarticulación fluida. En los movimientos del todo: las partes se condensan hacia el centro de mi cuerpo, para que el centro del cuerpo se desplace en conjunto hacia otra parte del espacio, una combinación entre tensión y empuje. Este dialogo entre premisas de movimientos generan un juego de tensión y relajación permitiendo encontrar por momentos una continuidad, por cuestión de segundos se quiere ir al límite la particularidad, pero en cuestión de segundo todo es el todo nuevamente. A esta particular forma que el cuerpo comienza a disponer le complementamos con la conciencia del trabajo espacial temporal en relación a la mirada. Distinguir este proceso biológico, que dispone el uso ampliado del campo visual y que podemos encontrar consignas de cómo aprovechar su existencia usándolo como estímulo corporal pero también imaginativo en el que en este último nos acerca directamente al uso de la voz al armar historias con imágenes ya sea cercanas o lejanas, en 360 grados, que le lleva al cuerpo a estar en un estado de atención. Es cuerpo, es espacio, es imaginación, es voz, atmosferas que se contienen, que se complementan, que me permiten accionar con respecto al estímulo de cada consigna combinadas entre si e identificar los momentos de relación e independencia. Puedo ver a las partes en la sensación que provoca soplar un diente león y todas sus flores estallan hacia las periferias de su centro. Y en el cuerpo todo, tener una dirección directa como cuando un cometa viaja por el espacio.
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AutoresCarla Altamirano. Archivos
Julio 2020
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